Puntos de Inflexión # 1 - Nearshoring, Inflación y Digitalización
En una era de disrupción, la única estrategia viable es adaptarse
Los seres humanos tendemos a pensar de forma lineal. Si algo está creciendo, esperamos que siga creciendo. Si está disminuyendo, esperamos que continúe disminuyendo. Somos observadores de tendencias naturales y buscamos patrones lineales. Sin embargo, las discontinuidades o puntos de inflexión son los que han tenido el mayor impacto en la historia. Hoy, estamos experimentando cambios importantes en políticas económicas, tecnología, recursos, migración y demografía que exigen que cambiemos nuestra forma de pensar sobre el futuro.
A lo largo de la historia, los puntos de inflexión han definido el futuro y aunque no podemos predecir el futuro, si podemos analizar los potenciales efectos secundarios (“second order effects”) y tratar de formar una visión informada del futuro.
Hoy les comparto algunos cambios de paradigma que he estado analizando y que pueden representar oportunidades de inversión.
Puntos de Inflexión
La última década fue buena para los inversionistas. El sólido crecimiento económico, la relativa estabilidad geopolítica, la inflación y las tasas de interés artificialmente bajas, sumando el apoyo de los bancos centrales mundiales se tradujeron en volatilidad relativamente baja y buenos retornos para inversionistas. El S&P 500 generó retornos de 14.4% compuesto anual del 2012 al 2021.
Hoy, estamos en medio de una serie de puntos de inflexión, en lo que era ya una época de constante cambio, y es importante incorporar estos cambios de paradigma en las decisiones de inversión a largo plazo.
Riesgos geopolíticos estructurales
El orden geopolítico global post-Guerra Fría se está deshaciendo. Estamos entrando en una nueva Guerra Fría en la que países de Occidente se enfrentan a China, Rusia, Irán y Corea del Norte. El conflicto de Ucrania está dejando esta dinámica muy clara. Rusia está luchando con aviones teledirigidos fabricados en Irán, artillería fabricada en Corea del Norte y con Xi de China respaldando a Putin en la ONU y en el escenario mundial.
Estados Unidos por su parte está impulsando la desglobalización.
Esta nueva Guerra Fría representa un punto de inflexión en las relaciones internacionales con un riesgo de conflicto nuclear o una guerra en Taiwán.
La inestabilidad geopolítica está reforzando el segundo punto de inflexión que estamos enfrentando, la desglobalización, mejor conocido como el nearshoring.
Estamos regresando a políticas proteccionistas e impulsando la desglobalización (“nearshoring”)
“Las guerras no se pueden pelear con cadenas de suministro que cruzan un mundo globalizado, donde la producción de semiconductores se lleva a cabo en una pequeña isla lejana en el Mar del Sur de China, desde donde los chips se pueden transportar solo si los espacios aéreos y los estrechos permanecen abiertos.
Las cadenas de suministro globales funcionan solo en tiempos de paz, no cuando el mundo está en guerra, ya sea una guerra militar o una guerra económica.” - Zoltan Pozsar, Credit Suisse Research
Desde antes de la pandemia se percibía un cambio gradual de un mundo en el que los bienes, las personas, el capital y las ideas fluyen libremente a través de las fronteras.
Los movimientos populistas imponiendo políticas proteccionistas y el incremento en costos de manufactura en Asia, forzaron empresas a regresar la manufactura y producción de materiales de Asia a Norteamérica.
La pandemia vino a acelerar esta tendencia a raíz de las interrupciones en cadenas de suministro globales y ahora la inestabilidad geopolítica mundial. Estados Unidos inclusive ha restringido inversiones extranjeras de China, especialmente las adquisiciones de empresas de tecnología consideradas importantes para la seguridad nacional.
La oportunidad ahora es para México. Además de tener una ubicación geográfica privilegiada y finanzas públicas sanas, contamos con un acuerdo de tratado de libre comercio (T-MEC) que consolida a Norteamérica como el principal bloque económico para abastecer Estados Unidos. No soy el único que piensa esto, Carlos Slim mencionó hace unas semanas que ve a un México boyante y Ana Botín y Hector Grisi coinciden que México es un país único en el mundo para invertir.
El nearshoring será muy bueno para la inversión en México, pero tendrá un efecto inflacionario en Estados Unidos. El riesgo de inflación sostenida y la respuesta que ha tenido la reserva federal de Estados Unidos representan el tercer punto de inflexión que estamos enfrentando.
Las tasas de interés pueden subir más de lo que la gente espera y por más tiempo de lo que la gente espera
El mundo se benefició enormemente de muchos años de baja inflación, basado en tres pilares:
Mano de obra inmigrante barata en Estados Unidos que limitaba el crecimiento de salarios nominales;
Capacidad de China para fabricar a bajo costo y a gran escala;
Gas natural barato de Rusia que alimentaba la industria alemana y a Europa en general.
Estos pilares deflacionarios dependían de una estabilidad y confianza geopolítica anclada en expectativas positivas sobre futura colaboración. Hoy en día parece que las expectativas entre países no están alineadas. Ni China esta alineada con Estados Unidos, ni Alemania con Rusia.
Adicionalmente a esta ruptura global, la inflación fue causada por las políticas monetarias de la última década que se exponencializaron por la pandemia. Tan solo en 2020 y 2021, el balance de la Reserva Federal de Estados Unidos se duplicó de $4 trillones a $8 trillones de dólares.
El nivel de inflación en Estados Unidos y Europa ya es el más alto de los últimos 40 años y ha forzado a los bancos centrales a incrementar las tasas de interés en 2022 a un ritmo muy acelerado para frenar la economía con el objetivo de bajar el nivel de inflación.
Las tendencias de desglobalización, descarbonización y tenciones geopolíticas que están contribuyendo a la inflación, no pueden ser revertidas subiendo las tasas de interés. Inclusive las tasas de interés altas pueden causar mayor inflación por desincentivar inversión en sectores como el energético, que pueden causar escasez de producto.
Por lo cual existe una posibilidad de que la inflación se mantenga inclusive por encima del nivel de las tasas de interés por un periodo prolongado.
Controlar la inflación sin crear una depresión económica representa un reto muy importante para los gobiernos y bancos centrales en 2023, y más ahora que tenemos una sociedad divida y una desconfianza generalizada en los bancos centrales.
La desconfianza en bancos centrales está impulsando un cuarto punto de inflexión, la adopción de monedas digitales descentralizadas como Bitcoin.
La era digital crecerá de manera exponencial
No es secreto que la pandemia también aceleró la digitalización. El trabajo remoto se convirtió en la norma para muchos profesionales, pasamos cada vez más tiempo frente a una pantalla, y las nuevas generaciones están creciendo en mundos virtuales y socializando en línea.
Las innovaciones tecnológicas no se detienen y nuestras vidas cada día son más digitales.
La tecnología de blockchain abrió un nuevo espacio de desarrollo, un espacio en donde se están construyendo nuevas clases de aplicaciones y nuevas formas de coordinación económica con el potencial de cambiar el mundo.
Este avance tecnológico ha atraído a algunas de las mentes más importantes en desarrollo de software, criptografía, economía y finanzas que han dedicado su vida a la misión de expandir el uso de la tecnología blockchain más allá de Bitcoin, experimentando con contratos inteligentes, servicios financieros sin intermediarios, y la construcción de sistemas de valor peer-to-peer robustos y resistentes a la censura.
Algunos de los casos de uso más disruptivos son i) mover dinero y activos financieros a la velocidad de Internet, creando mercados de capital más eficientes; ii) programar dinero como software; iii) permitir una propiedad digital efectiva; iv) incluso se está repensando la estructura del sistema monetario existente.
Los eventos receintes que surgieron alrededor de la quiebra de FTX, han afectado la confianza de mucha gente, pero en momentos como estos es importante tener una persepectiva de largo plazo, como lo describen Katie Haun y Fred Wilson, en su publicación “Taking a Long Term View of Web3”.
Las instituciones financieras globales más grandes e incluso bancos centrales están ya entrando al mundo blockchain invirtiendo, desarrollando, y adoptando la tecnología para eficientizar procesos, crear activos digitales, y mejorar la experiencia de sus clientes. Larry Fink, CEO de Blackrock, considera que la tecnología de blockchain va a ser muy importante para los mercados de capital del futuro.
Invertir en activos digitales es una apuesta a la visión de que todo lo que sabemos sobre la intermediación financiera y su relación con la política centralizada cambiará en formas que aún no podemos predecir. Mantener estos activos a largo plazo se alinea con las megatendencias macro del avance tecnológico y la devaluación de las monedas fiduciarias, que parecen acelerarse.
Un punto de inflexión que servirá como base para el desarrollo tecnológico en los próximos años y que traerá consigo un nuevo conjunto de aplicaciones descentralizadas.
En los 90s el Internet fue un punto de inflexión en la humanidad que abrió las posibilidades de la comunicación digital, el intercambio de datos, las conexiones sociales en línea, y ahora la tecnología blockchain está transformando el mundo al permitir la transferencia de valor a través del Internet.